Milia de Lastur
Los Eresiak, cantares fúnebres medievales, son el legado poético de una cierta aristocracia guerrera. Los textos que han llegado hasta nuestros días, desgraciadamente escasos, son producto de una larga tradición popular. Estas loas al difunto incluían generalmente críticas y acusaciones, y fueron prohibidas por la Iglesia y por los poderes civiles. En el País Vasco los cantores eran siempre mujeres. En este cantar, las cuatro primeras estrofas son improvisadas por la hermana de Milia de Lastur, en las dos siguientes le replica la hermana de Peru Garzia, para concluir de nuevo la hermana de Milia.
MILIA DE LASTUR
anónimo , siglo XV
¿Cuál es la herida de la mujer parida?
Manzana asada y vino rojo.
Mas para tí es diferente, Milia:
debajo la fría tierra, encima la losa.
Tienes que ir a Lastur, Milia.
El señor padre hace bajar el ganado,
la señora madre prepara la sepultura.
Tienes que ir allí, Milia.
Del cielo ha caído una piedra,
ha dado en la torre nueva de Lastur,
la ha partido por la mitad.
Tienes que ir allí, Milia.
Milia de Lastur, señora mía,
Peru Garzia se ha portado como un bellaco,
ha tomado por mujer a Maria de Arrazola.
Que se case con ella, está hecha para él.
Peru Garzia no tiene por qué pagar
tan gran desgracia,
fue mandato del cielo
que lo lleváramos los anderos.
Ella fue esposa de un hombre pequeño y hermoso,
habitó en casa de gran portalón,
fue dueña de un gran manojo de llaves,
mucha honra le fue concedida.
Milia de Lastur, señora mía,
el mensagero no se ha portado honradamente.
Del cielo ha caído una viga,
ha dado en la torre alta de Lastur,
ha matado al señor y a la señora de la casa,
primero el uno, luego la otra.
Hemos enviado una carta al cielo,
que nos devuelvan, por favor, a nuestra señora.
Odio la ciudad de Mondragón,
se ha portado mal con la mujeres guipuzcoanas:
Maria de Balda en la calle Iturriotz,
Otxanda de Gabiola en la calle Artekale,
Emilia de Lastur en el arrabal.
Traducción: Koldo Izagirre
Versión original: MILIA LASTURKO
© Traducción: Koldo Izagirre